Aventura épica y hecha a la medida en el Golfo de Guayaquil.
Viajamos en vehículo privado, con guía naturalista que describe los diversos ecosistemas durante el viaje y su importancia para la humanidad.
Una vez que llegamos al estuario disfrutaremos de una magnífica observación de aves, exploración del ecosistema de manglares, y observación de delfines en el Golfo de Guayaquil visita, luego visitaremos el pueblo del Morro con su muy famosa iglesia de San Jacinto del Morro, tiene como patrono, de ahí su nombre, al santo polaco San Jacinto de Cracovia, a quienes los primeros pobladores, los indios Chanduyes, lo tomaron como su protector en 1737, luego de apoderarse de las tierras de Caucan, Guzmán y Jordán.
La iglesia conserva un alto valor histórico y religioso por ser una de las pocas que aún se conservan de la época de la colonia, data del siglo XVIII, año 1737 en que fue construida con madera y adobe, en un terreno ubicado al ingreso de la parroquia. Ha sido reconstruida a través del tiempo en diferentes etapas. Una de ellas fue en 1855, cuya construcción tardó 43 años, terminándosela en 1898, según señalan libros de la historia local. Era de madera, tenía piso entablado y columnas de madera forradas con tablas con 20 ventanas en las paredes laterales y tres entradas en el frente. Durante la época de lluvias visitamos una ciénaga (pantano) rodeada por árboles de tamarindo sitio ideal para la observación de aves, al cerro del muerto Elnombre del Cerro del Muerto se debe a que según los primeros navegantes de mar afuera, se ve como un muerto acostado. Antiguamente se consideraba ¨pesado¨porque a las 12 de la noche se escuchaba a una banda de música que producía sorpresa.
Aseguran los antiguos que allí existió un encanto, por los rumores que se oían en la noche. Se cree que allí se acostumbraba a enterrar a los muertos con todas sus prendas en vasijas de barro.
Dicen que existían unos pozos de agua dulce en el sitio. Gente que escuchaba bandas de músicos y salían asustados. A los chicos que acostumbraban a salir por ahí, se les presentaba una luz en forma de relámpago que seguía a la persona y luego se desaparecía, la persona que veía la luz, s ele erizaba la piel y la cabeza ase le hacía grande.
En otra ocasión, en invierno, se presentó un burro grande, cuyos ojos brillaban en la noche, la gente que lo montaba se perdia, los moradores temerosos, ya no querían salir de sus hogares.
, y tarde en la playa,
Jornada completa (9 horas), todo incluido.
La reserva de los manglares del Morro” fue creada en 1979 y tiene una superficie de 49.383 hectáreas. La Reserva tiene como objetivo proteger uno de los pocos bosques tropicales y manglares costeros que aún sobreviven en el mundo, con su notable importancia para la biodiversidad y la conservación. Se encuentra a solo 45 minutos de Guayaquil, es reconocida como un paraíso para la observación de aves.
Este lugar tiene tres atractivos:
Ruta de la Ría
Un lugar donde se aprende sobre la fauna de la ría. El ecosistema del manglar y su importancia, la interacción entre plantas, cangrejos y aves. Un lugar donde podremos ver decenas de especies de aves en su hábitat natural.
El cerro del muerto
Un sendero corto (200mts) a través de un bosque seco del desierto, una formación rocosa increíble con una vista espectacular de la costa del Ecuador continental, un lugar para tener un encuentro cercano con uno mismo en medio del hábitat prístino de una colina rocosa. Un gran lugar para la meditación, la observación de aves o simplemente un momento de contemplación.
Playa
Luego iremos hacia el balneario de PLAYAS DE VILLAMIL donde pasaremos un rato en la playa hasta aproximadamente las 4 de la tarde ´para iniciar nuestro viaje de regreso a Guayaquil,y llegar con las últimas luces del día al hotel